martes, 6 de noviembre de 2012

LEER EN OCTUBRE



Nuesta lectura para el club de las 5 se adentra en ALMUDENA GRANDES, una de las autoras más brillantes de nuestro país.
Con la parsimonia que se merecen las obras de relieve, con la tenacidad y el entusiasmo de quien ama lo que hace y sin el apresurado y enloquecido deseo de publicar a toda costa, Almudena Grandes nos regala ahora su quinta novela, sin duda la mejor hasta ahora. Y lo es porque la gobierna la más justa ambición de todo escritor: la de encerrar el mundo en un libro, la de dar soplo vital a personajes a los que parecemos conocer mejor que nadie, la de organizar y disponer con inteligencia los materiales y los destinos. Los aires difíciles tiene el aliento de las grandes novelas inolvidables, el vigor arrollador de las historias que creíamos ya desaparecidas, la renovada confianza en que la estructura y el ritmo narrativos arrastran e iluminan al lector mientras se adentra en el laberinto de las pasiones humanas en conflicto. Juan Olmedo y Sara Gómez son dos extraños que se instalan a principios de agosto en una urbanización de la costa gaditana dispuestos a reiniciar sus vidas. Pronto sabemos que ambos arrastran un pasado bien diferente en Madrid. Sin buscarlo, «abocados a convivir como los únicos supervivientes de un naufragio», intercambiarán confidencias y camaraderías gracias a la inesperada complicidad que propicia compartir una asistenta, Maribel, y el cuidado de los niños. Sara, hija de padres menesterosos, que vivió una «singular infancia de vida prestada» con su madrina en el barrio de Salamanca, sufre el estigma de quien lo tuvo todo y luego lo perdió. Juan Olmedo, por su parte, huye de otras injusticias: la de una tragedia familiar y un amor secreto y torturante, que han estado a punto de arruinar su vida. Como el poniente y el levante, esos aires difíciles que soplan bonancibles o borrascosos en la costa atlántica, sus existencias parecen agitarse al dictado de un destino inhóspito, pero ellos afirman su voluntad férrea de encauzarlo a su favor.




El mes pasado leímos esta novela con el club de las 5.  Este mes le toca al de las 7.30
Esta novela sucede en París, pero nos encontramos con cocodrilos.
Esta novela habla de hombres. Y de mujeres. Las mujeres que somos, las que querríamos ser, las que nunca seremos y aquellas que quizás seamos algún día.
Esta novela es la historia de una mentira. Pero también es una historia de amor, de amistad, de traición, de dinero, de sueños.
Esta novela está llena de risas y de lágrimas.
Esta novela es como la vida misma.

Josephine tiene cuarenta años, está casada y tiene dos hijas, Hortense y Zoe. Es consciente de que su matrimonio ha fracasado, pero sus inseguridades le impiden tomar una decisión. A Antoine, su marido, le despidieron hace un año de la armería de caza donde trabajaba y desde entonces se dedica a languidecer en el apartamento y a engañar a su mujer.
La discusión que provocará la separación del matrimonio de Josephine y Antoine es el punto de partida de una serie de acontecimientos, más o menos relacionados, en los que se verán envueltos otros personajes, como Iris, la guapísima hermana mayor de Josephine; la glamurosa y gélida madre de ambas, Henriette, casada en segundas nupcias con el millonario Marcel Gorsz; la misteriosa Shirley, la vecina...

Tras la separación, Antoine se verá obligado a aceptar una oferta de trabajo que le convertirá en capataz de una granja de cocodrilos en África, pero las cosas no serán tan fáciles como parecían.

A Iris se le ocurre decir que está escribiendo una novela, y una vez lanzada la mentira se niega a echarse atrás, y convence a su hermana para que escriba realmente el libro, basándose en sus conocimientos. Ella se llevará la fama y el protagonismo y Josephine el dinero, pero los verdaderos amigos de ésta están convencidos de que ella es la verdadera autora de la novela que llena los escaparates de las bibliotecas de Paris...



Juan Olmedo y Sara Gómez son dos extraños que se instalan a principios de agosto en una urbanización de la costa gaditana dispuestos a reiniciar sus vidas. Pronto sabemos que ambos arrastran un pasado bien diferente en Madrid. Sin buscarlo, «abocados a convivir como los únicos supervivientes de un naufragio», intercambiarán confidencias y camaraderías gracias a la inesperada complicidad que propicia compartir una asistenta, Maribel, y el cuidado de los niños. Sara, hija de padres menesterosos, que vivió una «singular infancia de vida prestada» con su madrina en el barrio de Salamanca, sufre el estigma de quien lo tuvo todo y luego lo perdió. Juan Olmedo, por su parte, huye de otras injusticias: la de una tragedia familiar y un amor secreto y torturante, que han estado a punto de arruinar su vida. Como el poniente y el levante, esos aires difíciles que soplan bonancibles o borrascosos en la costa atlántica, sus existencias parecen agitarse al dictado de un destino inhóspito, pero ellos afirman su voluntad férrea de encauzarlo a su favor.